(-Se va disecando en mi mentecita
como el cactus de mi antiguo castillo
que solía regar tres veces al año
Aquel cactus que no le doy agua
exactamente tres inoxidables años-)
¡Oh, pitonisa! Hechiza mis sentidos¡
no escribas ya mis pesadillas
y déjame soñar mis deseos
que la paz con mi dexpertar deseo
y no cerrarle los ojos con un día triste
o escupírle con un jodído día
porque tengo la mañana entre mis dientes
o entre mis ojos de color sombra
... Pero no sonreiré esta vez
y lloraré una luz inquieta esta noche
quien cubra mi esperanza
por desesperación controlada
o al amor de mi corazón
por odio lleno de esperanza.
Y agitaré las palabras …
(-Tengo un amor secreto
que ningún dios es testigo,
no obstante,
los sentimientos me traicionan
en mis constantes rezos noctámbulos-)
Desnúdate en mi espalda
acaríciame con tu pecho
me sacaré los ojos
y le pondré a mi sombra
porque cuando te veo sin pensar
no eres una vil fantasía
pero la muerte ya es masculino
y arrebatan a los caballeros amantes
sus hermosas damiselas ...
Tu sol, su luna y mis estrellas
no tienen rima
solamente ... un brillo.
Un susurro inquieto
Una voz de auxilio
piedad para la debilidad
un susurro tipo caído
o un coro de plegarias
copulando con los deseos
escapando del amor
y sin temor al desamor ...
Y la culpa la tengo yo
todo es culpa mía
todo es mío
su sombra, su ausencia,
su muerte ...
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