Con una inmensa locura,
Raúl Gonzaga llegó,
Con resplandeciente pluma,
Para cantarle al amor;
Para gritar las verdades,
Buscar un mundo mejor;
Ya no más iniquidades,
Sino limpio corazón;
Para apoyar al amigo,
Con un mensaje de fe;
Nada se encuentra perdido
Si aún confiamos en Él;
Para informar muy preciso
Ese rudo acontecer,
Que represente peligro,
Pues más nos vale prever;
Para contarles mis cuitas,
Las espinas que me dañan,
Las mujeres que acarician
Y las que, infames, me engañan;
Para escribir muy sincero
En espacio pequeñito,
Coplas con mucha ternura,
Se leen poco a poquito;
Vaya pues, que quede claro,
Siempre procuro amistad:
Pues todos somos hermanos
Que procuramos la paz…