Tengo que amarte en silencio
aunque mi amor te doy en una sonrisa,
tengo que llamarte mi amiga
pero quisiera gritar... ¡Amor mío!
Pero no debo mirarte siquiera,
y debo olvidarme de ti,
no puedo tener ni el consuelo
que duermas un día en mis brazos.
Es que sabiéndote ajena…
mi corazón se ha enamorado de ti,
y tu aliento me quema
si amigos hablamos y un beso me das.
De la suerte soy harto…
pero no tengo tú amor,
te miro en silencio y te grabo en mi mente
reprimiendo las ganas de gritar que te quiero.
Suspiro al marcharte y no sé qué decir…
lo coges del brazo, lo abrazas, lo besas
y como te amo, yo sólo deseo,
que seas feliz.
Delalma
Jueves, 18 de marzo de 2010