Bellalmamia

Cartas de un enamorado Poeta para su Musa Diana…Diana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenanDiana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope. Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito. Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio. ¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar. En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece... No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible. Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos. También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas. Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado. Que sigas disfrutando de tu día, se tú. Tuis palabras me trastornan gratamente. Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos. Me voy ahora llevándote apretada. Un beso. ¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor. Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella. Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino. Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas. o Tu alma que me eleva hasta su cielo, Diana. Enamorados a plenitud estamos, o con un amor que nos abarca en la totalidad de nuestros seres, almas y cuerpos. o Que saludable para mi espíritu es poder compartir contigo libremente lo que tú me inspiras, o o que has hecho renacer en mi vida. Disfruto tus palabras que me provocan y me llenan

 

Diana, das mucho con solo ser como eres. Te agradezco tu sonrisa, la luz de tus ojos, tu frescura natural, tu amistad. Que la noche te arrope.

 

Te repito que soy contigo tú me inspiras ser. Ahora también te admiro por lo que sabes sobreponerte a cuanto debes enfrentar cotidianamente. Eres una bendición por tu gran belleza interior y física. Ya sé que también eres toda una mujer en el cabal sentido de la palabra. Claro que no debes aceptar juegos con lo que tú vales y la vida que tienes en ti. Gracias por ti, te repito.

 

Por eso valoro tanto la verdadera libertad interior que constantemente nos toca elaborarla. Una libertad sin egoísmo. Pero bien, regálame una sonrisa, que estoy poniéndome muy serio.

 

¡Eres única, mi princesa! He ido dejando que tus palabras me acaricien el alma lentamente. Soy incapaz de expresarte como las he sentido... porque no existen las palabras capaces de ello, ni mi compañera poesía se atreve a intentarlo. Te derramas en mi alma y la desbordas hasta hacerte realidad sobre mi piel. Me has hecho un regalo incomparable e inesperado. Tanto te siento que hasta le temo a las palabras que se me quieren escapar.

 

En tu tu ultimo poema has expresado mucho de lo que has creado en mí. Claro, eres la adorable autora. Mi clave para conocerte en la distancia has sido tu misma, que fluyes con esa naturalidad a través de todo tu ser, primero fueron tus ojos y la sonrisa en tus labios... Esa sonrisa es como un beso que roza el alma. Un beso que beso que me ha besado la vida. Te beso en la distancia que dentro de mí desaparece...

No he podido alejarte de mí ni con el sueño. Lejos de alejarte te me fundes en la misma llama que me enciendes y nos abrazamos en ella que nos arde con el delirio sublime de la entrega. Lamo tu piel amada, me la bebo... con mis besos insaciables ya la recorro toda libremente, y ella corresponde a las oleadas de amor conque la invado, entregándome sus propios arrebatos en la entrega, y en cada rincón suyo me detengo, me eternizo... explorándote, disfrutándote, complaciéndote...Todo se hace real, todo... en la poblada distancia que nos funde. En la inasible realidad del sueño

 

Luminoso domingo te deseo, princesa de la luz. Me di un buen baño temprano, me hice un café fuerte. Me estoy aventurando en el ya no tan nuevo día, entre vacíos y presencias. Hoy iré a casa de una de mis hermanas porque su hija --¡Diana!-- cumple años, ella y mi hija Lucia nacieron con solo 3 días de diferencia. Las palabras escapadas ya no pueden acallarse, pero su fuga previene y alecciona. Lo mejor de lo dicho es que ha nacido de parto no forzado. Si, el silencio a veces dice mucho. Estoy escuchándolo

Conjugas la inteligencia y el amor con tu característica naturalidad, mi princesa. Una más de las tantas cualidades que te me hacen especial e irresistible.

Acaricio tu presencia. Me acaricia. Aunque se conjuga en un vacío que clama por cada detalle de ti entre mis brazos.

También tus palabras comunican con fuerza tu calidez que me revive. Se me ocurre que tus manos también poseen un sabio código para decir con caricias impensadas.

Hay que seguir lidiando con la realidad, no hay más remedio, aunque tú la has transformado.

Que sigas disfrutando de tu día, se tú.

Tuis palabras me trastornan gratamente.

Uno de los milagros que eres en mí, es que iluminas mi espíritu y mi cuerpo, con tu luz íntima y tu cuerpo iluminado, que palpita en las yemas de mis dedos. No puedo evitar --ni quiero-- que tu presencia espiritual también sea una realidad en mis sentidos.

Me voy ahora llevándote apretada. Un beso.

¡Bendita! ¡Cuánto diera por besar esa boca que me habla lo mismo que yo siento

Ese numerito rojo anunciándome mensaje me recibió llenándome de luz. Sabía que era tuyo. Me deje envolver por tus palabras... y de nuevo me inundo la magia de tu amor.

Te lleve y te traje hasta encontrarte, estoy dichoso. Claro que tu mama es linda, en su rostro he descubierto el origen de tu belleza, no puedo evitarlo si te veo en todas partes, con más razón en ella.

Tu piel precisamente... hasta su aroma natural adivino.

Cierto, conjugamos sentimientos intangibles con el desborde de la pasión hasta el encuentro desnudos en esta dimensión tan íntima que hemos ido creando sin calculo. Hemos ido haciendo de las palabras nuestras complices amadas.