Gonzalo Ramos Aranda

Lunares

“¡Ay, que bonitas manchitas, si no me amas me marchitas!”

Son míos los lindos lunares
por cierto crepusculares
negros, color obsidiana,
de una primorosa dama.

Todos éllos son redondos
de sentimientos muy hondos,
son pintitas, cual joyel,
pintaditas con pincel.

Como oscuro moscatel
que le adornan bien la piel
andan cerca de sus labios
me dan ganas de besarlos.

Coquetos en la mejilla,
situados en la barbilla,
son reflejos de la luna
en mujer como ninguna.

Aquel pegado a los ojos
es dueño de mis antojos,
el de arriba de la ceja
el corazón lo festeja.

Son de un influjo benigno,
signos de su rostro digno,
el misterio los envuelve
ni la magia los disuelve.

Sus embrujos son tan castos,
¡lindo enigma de esos astros!;
yo, quisiera interpretar,
fantasear, poder soñar.

Profetizar por su forma
la señal que los conforma,
ver en éllos el futuro
para hacerles un conjuro.

Augurar feliz destino
que un hechizo sea su sino, 
adivinar buena suerte
ojalá que mi alma acierte.

Y si es en vano el intento
no hay encono me contento,
lunares son esas pecas
que, si las tienes, . . . no pecas.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Santiago de Querétaro, Estado de Querétaro, México, a 26 de mayo del 2010
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Foto: Laneya Grace