Qué mayor te he visto Blanca
No triste pero sí preocupada.
Pendiente de tus hermanos
Y ayudando en la casa.
Has cambiado los cuentos
Por los libros serios
Y con tu voluntad de hierro
Te será fácil entenderlos.
Oscar sigue como vela al viento
Fluido en el colegio
Y navegando por los juegos
Como si fuera parte de ellos;
María es su muñeca adorada
De la que apenas se separa
Tanto la quiere y la abraza
Que acaba agobiándola.
María es pausada y tranquila
Y aunque es la más pequeña
Me sorprende su inteligencia
Porque todo lo capta a la primera.
Duerme como una sirena
Come sola y sin problemas;
Es alegre y obediente
Si se viste como tiene en mente.
Así he visto a mis nietos
En nuestro último encuentro;
Sintiendo nostalgia de abuelo
Por ser escasos estos momentos.
Elda 10 de Noviembre de 2014
Jesús Gandía Núñez