Si interpretas tu amor,
escondido, tendré un lugar
en la intimidad de tus espacios
en los segundos de tu tiempo.
Lograrás, cuando observes
reunir el cielo en tus palabras.
El susurro lanzado al viento
llevará mi nombre entre las rosas.
Si deseas decir un “te quiero”,
las trémulas cosas de la vida
formarán esencias y perfumes;
la brisa tocará mis sienes
como el amor, acto sublime
filtrará el angustioso de mis versos.
Versos, trastocados en delirios
derroteros de sentidos asfixiados
en los segundos, los espacios.
Explican mi flaqueza reconocida ahora:
vivir feliz en la infancia del te quiero
morir sin tiempo, en amor profundo.
Maldecir los años que labran en silencio
juventud decrépita, amor de lerdos.