De un lado a otro, en vaivén, en circulo, en espiral, te mueves,
vuelas como un ángel probando tus últimas acrobacias.
Te acercas a las flores con sigilo de cazador y amante,
lleno de ternura y pasión,
absorbes, devoras, deleitas su néctar intimo, tus alas no cesan de agitarse y
deliras en tu danza llena de armonía, formas,
colores y llenas de improvisación.
Como del más allá, la naturaleza te da la señal de retirada,
sientes que es hora de abandonar la orgía del néctar,
te sientes mareado de tanto elixir,
planeos, colores y olores.
Es tiempo de partir, prohibido no volver
Como ángel sin miedo a los colores,
te bañan el sol y su luz, pareces no de este mundo,
invades recuerdos y saludas en todas las direcciones
balances tu cola rumbo a las miradas,
tu cuerpo armoniza con el susurrar del viento,
tu pico se hunde como aguja de diamante,
no causas daño.
Sólo quieres beber,
dejar tu olor y la huella de deseo.
La flores agradecen tus intenciones,
les vuelves livianas y
las embarazas de nuevos solos y futuro.
Eres un paraíso entero
Dios del arco iris en movimiento
Dios de la no maldad
Dios de la acrobacia
Dios de los mundos sin mal
Mensajero de las almas solitarias
No te dejaré escapar de mi memoria,
eres mi niñez latente,
el sueño deseado en las noches sin imágenes
señal sana y colorida de la Naturaleza y sus vidas.
By Walter Trujillo, Noviembre 2015