Me enseñaste a tocar el sol
con mi más profundo sueño,
a viajar hasta las estrellas
y a hacerte mi único dueño.
Me enseñaste que existe el amor,
que todo lo que buscaba mi alma
lo encontrara en tu bello corazón,
donde me siento amada.
Me enseñaste a esperar la noche
llena de ansias y anhelos,
a vivir siempre con el deseo
de ser para ti tu amada.
Me enseñaste a flotar en las nubes,
a mirar la luna pensando que era
solo nuestra,
para nuestro disfrute,
a vivir siempre enamorada de ti.
Aprendí a llamar a mi corazón por tu nombre,
a sentir tu pulso dentro del mío,
a conocer tu más pura esencia de hombre,
a esquiar en mis emociones sin sentir frío.
Pero hay algo que te olvidaste de enseñarme,
hay algo que el tiempo no logrará,
siempre en mi vida estás...
no me enseñaste a olvidar.
YOLANDA BARRY.