Una vez pasada
la resaca
debo decirte la intrahistoria
del partido
que vivimos ayer
con unas dudas
es decir, Segundo
la verdad oculta entre
mi amanecer
y tú crepúsculo.
Tenía un plan B
en caso de derrota
y pensaba llorar
en hombros argentinos
la amargura
para al menos
recibir el consuelo
en el Oviedo de Clarín
sobre una piel femenina
de tu patria.
Sabia por eso que
la victoria era segura
se me escapan siempre
los lugares que nunca
se te ofrecen
si estás solo
y ayer me encontraba
por toda Argentina acompañado
Hubiera sido
además de imperdonable
un imposible
que los penales
no les abrieran
la puerta albiceleste
al cielo.
Y de nuevo me acordé
de ti y de mí
y de lo que
tanto hablamos
de que nunca ganamos
en dos cosas a la vez
y si existe
por el medio una mujer
ya es seguro perdemos
porque los dos
preferimos mil veces perder
a que nos ganen.
9 julio 2014
Poema que dediqué a mi amigo salteño, de Ledesma, Segundo Santana