EL CABALLERO DE LAS LETRAS

LA DESPEDIDA, UN VIAJE CON DESTINO AL TRIUNFO

En tu adiós, quedaran los ecos esparcidos 

sobre la andanada semillera, de los moldes que me dejas.

En el frenesí de tus caminos

abiertos solo para ti, en condición de entrega.

 

Fue esta tierra que te ungió la existencia

y ahora te vas y vuelas lejos navegando cielo tras cielo. 

Fulgor de horizontes que se incitan seduciendo la proa extendida,

como viento acariciando el mástil titilante de tus huellas.

Que se van, a fundar nuevas tierras.

 

A nuestros surcos joviales hoy le crecen alas,

y las tuyas emprenden el vuelo primero, 

mientras las mías apenas retoñan 

cosechando semillas en espera,

y aguardan para seguir tus pasos.

 

Simplemente, seremos el recuerdo en la distancia

y el yugo que choca y golpea en nuestra ausencia.

Borrascas de sombras  se acorralarán entre ellas

en los rincones que compartimos alguna vez 

al compás de nuestras dichas,

cuando eras el fruto de este ramal labriego.

 

Te vas, sin embargo, no te guardes

que desde aquí te empalmaré con  júbilo encendido 

la arcada por la cual emergiste de las más centellantes deidades. 

Será tu escultura el recuerdo en el seno de tu trono.

rebosado de esencia sabor a ti.

 

Vuela lejos hacia el sol infinito, no te detengas.

Vuela lejos trás la copa del vino triunfante, no desfallezcas. 

Vuela lejos sin limite y no me olvides.

Vuela lejos y vierte a lo alto el empuñado triunfo trás tu partida.