No quiero que me pinchen, que me duele,
tengo miedo a sentir lo que he sufrido,
no puedo soportar tanto castigo,
piedad, yo pido a dios que me consuele.
A cambio de esta ayuda le prometo
creer en lo que nunca yo he creído,
amar a lo que siempre he resistido,
que quede aquí constancia en el soneto.
Me duele el alma, doctor, duele el alma,
vea si tiene usted algún remedio,
la tengo sometida a tal asedio
que intento no sufrir mas no se calma.
Acaso se halle escrito en mi destino
y no pueda elegir ya otro camino.
©donaciano bueno