Línea fina que avanza
sujeta al centro del mundo
saeta prima, segundo
y atada sigues tu danza
No sumes, no cuentes más
que el soplo duele al morir
y triste es el porvenir
porque vidas restarás
Detén este aciago sueño
deja encendida la vela
que sangre las calles hiela
La vida no tiene dueño
si el terror dicta la esquela