Unos,
creen en los hechos de los hombres.
Otros, creen en discursos:
Abandonan las apuestas del futuro.
La historia, entonces, pasa factura por su candidez.
Ya no pueden revertir, el llamado de los tiempos,
están aplastados, por la forma ilusa de entender,
los mandamientos que escriben los dioses.
Unos,
tienen en cuenta los desafíos que impone la vida.
Comprenden su papel y sin abandonar el principio,
nadan en turbulentas aguas, como buen nadador a flote.
Otros,
esperan que el temporal, alcance, la calma de los vientos.
¿Qué hacer con el discurso los unos y los otros?:
Dejar con el aullido de los perros, desvanecerse en el espacio