Noviembre 13 del 2015
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París, mi bella París,
ciudad de luces y color,
te enmarcas de sangre, muerte y dolor.
Hoy, tus ojos lloran de tristeza , París.
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Indolentes hombres que matan,
y ante el sufrimiento son insensibles.
Con aberración, muertes y víctimas posibles,
hoy, tus blancas manos atan y atacan.
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Cuerpos mutilados, cercenados
por la bestialidad del hombre
que ya no tienen alma ni nombre.
Hoy, tus ojos se han nublado ensangrentados.
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Inocentes aquellos que no tienen culpa
de la maldad de la crueldad del terror
que infringen en el alma. No es un error,
es la maldita patraña cometida. No hay disculpa.
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El terror aterra y aterran los terroristas
que no se dan a la vista, pero si pasan revista,
y se enfurecen y enloquecen, dejando a la vista
charcos de sangre, cuerpos explotados en las aristas.
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Levanto mi voz y pido se restablezca la paz,
evoco la calma para con el alma en pena.
Nuestra pena nos hermana, y no es ajena.
Hoy, todos lloramos por dentro sin el disfraz.
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No llores París. Hay de aquella lombriz,
pagará con el precio de su propia vida.
Están tus calles y tu gente encendida
y se hará justicia imperativa, desde la matriz.
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Oremos por la paz en Francia,
y elevemos una plegaria a Dios
para decirle a la violencia adiós.
Paz y amor en el mundo, es mi instancia.
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SANGRE Y MUERTE EN PARÍS
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Contumazá, Perú
Miami, \"Tierra Primaveral, USA