LA GITANILLA
Ha llegado mendigando
a la puerta de mi casa,
con su churumbel en brazos
una gitanilla descalza.
Sabe que en casa del pobre
se le ayuda al semejante,
y aunque nunca mucho sobre
la miseria se comparte;
quedando siempre la parte
que aunque escasa sea noble.
Se ha llevado su presente
como en otras ocasiones,
agradeciendo efusivamente,
por cuanto guardo en sus bolsones:
¡Qué triste la pobre gente
que viven obligadas situaciones,
con su casa siempre en ristre
viviendo por las donaciones,
igual que si fueran peones
dentro de esta sociedad tan triste,
que a quien nada tiene, embiste
sin importarle sus dones,
solo perjuicios que aún persisten!
Joanmoypra