Yo tengo una asistenta social que
es muy bueniña. Rosa se llama de
nombre y además se llama María.
Me ayuda mucho en casa. Solo me
viene una hora al día pues la noche
la tiene ocupada, de momento, con
su familia. Anda de casa en casa
repartiendo alegría. Que Dios le
de mucha salud y suerte y que la
vea yo misma