Sabrán todos de que existes en mi vida
cuando la lágrima primera de mi llanto
surque de improviso el firmamento
y se haga eterna con mi cantar y mi quebranto.
Cuando la escoria que se filtra en mi lamento
anuncie la partida de su espina envilecida
sabrán todos que exististe como el viento
en un llanto que retoma nueva vida.
Por el camino que circunda el tiempo
voy llorando en esta pena entristecida
que se alarga y hiere el pensamiento
de pensarte ausente aquí en mi vida.
Desde una rama seca en la distancia
se me asoma tu piel abierta al alba
para decirme serena sin palabras
que sembraste raíces en mi alma.
LEONARDO HENRRICY SANTIAGO