Un descanso estirado de verano
una tarde , un lago
tu y yo
Abandonados
un silencio profundo
nos envuelve
mientras corre sangre
en nuestras venas, ese
río profundo y caudaloso
que estremece
No quiero darle alas
a este amor, temo
que vuele
Amor que se apodera,
sin abrir los labios,
besa
Amor y más que amor,
yace junto a mí
en la ribera
Pronunciar su nombre
me congela, apenas lo
susurro, no quiero
que se mueva.
Y por encima nuestro,
un manto de piedad,
que nos permita
permanecer en la vera,
donde descansan los
amantes
en esta tarde breve
que se cierra.