Armando Sosa Bocanegra

Mariposa

Ahora que veo a una mariposa
que va y busca el néctar de una sublime rosa,
me recuerda aquel tiempo en que muy lentamente
fui conquistando tu querer
en medio de una búsqueda inmensa de cómo enamorarte.

 

Te regalé mi mas gran baluarte,
una apreciada pieza de mi corazón,
sin darme cuenta de que lo nuestro era fugaz
sin ninguna razón.   Al igual que corta es la vida de una mariposa
fue la vida de este ficticio amor,
efímera pero también calumniosa.  

 

Que al igual que la de la mariposa
estuvo llena de flores
de diversas fragancias y colores  

 

Nuestro cariño inició torpe, como el andar de una oruga,
pues temía declarar hacia tí mis sentimientos,
pero todo evoluciona a su momento
y toma vuelo dando el beso primero.  

 

Muy despacio desplazándose en el aire
queriendo no tocar tierra
pues el alma a eso se aferra  

 

Mas todo es finito
llega ese momento en que un día lo consideramos maldito,
en que ya no vuelve a levantar el vuelo
sino que todo queda por siempre regado en el suelo.  

 

Hoy tan solo veo a aquella mariposa
suplicar el néctar de aquella sublime rosa
y a tí siendo feliz
en tu nueva primavera,
mientras yo le suplico a mi vida que muera.