Antonela Chiussi

Danza-Expresión Corporal

Creatividad es libertad, es despojada de prejuicios, es niñez, es antenas, capta, transforma, devuelve en colores.

Cada cual construye sus alas y se lanza al vacío. La creatividad nace con la primer pluma elegida para el armado de las mismas y se expande a medida que recorremos libremente el cielo. La creatividad es juego en pleno vuelo.

Cuando pienso en Expresión Corporal aparece Movimiento – Sensopercepción – Escucha (desde el cuerpo) y Registro – Tiempo y Espacio (propio y ajeno) – Comunicación (con uno y con el otro), Danza, que nace desde lo más profundo del Ser, desde las partículas cuasi invisibles que nos habitan, para despertarnos el cuerpo y transmitir a través del movimiento aquello que nos sucede.

Siento que la Expresión Corporal es una Danza Compartida, con uno mismo, con un otro diferente a mí y con aquellos que nos “miran”.

Y elijo entre todas las que aparecieron en mi mente la palabra “compartida” porque tiene que ver con el dar y recibir, con el disfrute, con la compañía… entre cuerpos distintos, cohabitando un mismo momento, en tiempo y espacio.

Hablo de cuerpo, siento cuerpo e inevitablemente la imagen es finita, definida, viva o inerte, pero compacta.

Cierro los ojos y ahora todo se vuelve infinito: inimaginables cantidades de cuerpos, conocidos y no, incontables en sus tamaños y formas, a distintos tipos de distancias unos de otros.

Cuerpos como energías… energías como cuerpos, interconectados entre absolutamente cada uno de ellos en un mismo espacio compartido al que llamamos Universo, y quizás también, (por qué no?), a través del tiempo.

Abro mis ojos nuevamente y vuelvo a lo real (entre comillas), a lo tangible, entonces toco mi piel, contenedora de mi Ser que me separa de lo ajeno y me une al mismo tiempo. Me envuelve y protege y comunica con lo otro, con otros cuerpos. Mi cuerpo, yo. Yo-cuerpo.

Sentimos a través de este, nos alimentamos, tragamos, absorvemos, transpiramos, vemos, olemos, oímos, gustamos… pero: quiénes? Quiénes somos nosotros dentro del cuerpo?. Él registra, reacciona, enferma, sana, expresa, anda…

Esta unidad dual: cuerpo-ser se nutre de diversos estímulos que a veces estan “allá afuera” y simplemente los tomamos, y otras nos invaden, atraviesan, perforan.

Procesamos, asimilamos y moldeamos, para luego expulsar como palabra, sonido, mueca, mirada, suspiro, movimiento. Desde la más insignificante forma de expresión hasta la más explícita; y entonces modificamos ese otro cuerpo, y así, de esta forma cíclica, ligada y conjunta se mueve y transforma constantemente el cosmos, sus cuerpos y el mío.