Humberto Jaen

PLEGARIAS DE INOCENCIA.

Un sollozo lamento, sucumbe la frágil sonrisa

Sonrisa, que es escasa, en esta congoja

El cual solo son rezos, día a día

Pero perecen, entre lágrimas rojas

 

De rodillas imploran, a los cielos

Entre manos de sangre y piel de fuego

La jaculatoria, de los fieles

Anhelan la paz, entre sus ruegos

 

 

Imploran clamor, entre plegarias de inocencia

Y la febril alma, que se quiebra en la atrocidad

Y voces quebradas, imploran clemencia

Ante un acto ciego por el odio  infernal

 

 

Si tan solo, se escucharan sus rezos

Atenderían aquel auxilio, de la lúgubre penuria

Pero solo son sordos,

con el nectar del rencor en un frío beso

y por una injustificada furia.

 

Cantos y oraciones, mendigan misericordia

Con manos estiradas reciben escorias

De los que abusan de su humilde pureza

 

Ante una deidad claman salvación

Con rostros de tristeza y un puro corazón

Esperan ser escuchadas sus plegarias de inocencia