Voy a esperarte hasta el amanecer,
aquí, sentado entre tus recuerdos,
entre tus besos y tus caricias
esos que me dicen lo terrible
que es la soledad sin ti.
¡Voy a esperarte aquí!... con paciencia
hasta que llegue la noche de la vida
o el fuego eterno del infierno.
He de esperarte con una canción,
con una flor de lis y una noción
de lo que es vivir
Entre tanto,
mandaré mi razón a un asilo,
mi locura a vacacionar;
me quedaré a solas con tus sueños
con tu mirada quemando mis pupilas
y con mil abrazos para darte.
Voy a esperarte hasta el amanecer
hasta que llegue la noche de la vida
o el fuego ardiente de tu amor.