EL RUISEÑOR
Hoy he oído cantar
a un alegre ruiseñor,
descubriendo en su trinar
la llamada del amor.
Era un trinar tan hermoso
el que al aire este lanzaba,
que una gata que pasaba
quiso que fuera su esposo,
prometiéndole hacerle dichoso
si la mano le entregaba,
mas, desconfiado comentaba:
¡Canto bien aunque estoy soso,
búscate a un gatito hermoso
que te haga una camada,
yo tengo a mi enamorada
que me cuida cuando toso!
¡Cuando elogios tú recibes
de un depredador cualquiera,
piensa bien de lo que escribes
más, vigila tu cartera!
joanmoypra