Con basalto y andesita
natura paciente le formó,
en Jalapa o en San Marcos
hábil artesano la transformó.
En una obscura cocina,
las abuelas, mi madre y…
todas aquellas vecinas
los suaves granos molían
sobre su fuerte lomo pulido,
con sabroso movimiento
en blanquecina masa
los han convertido.
También molieron semillas
de pepitoria y ajonjolí
presentes en los tamales
que ayer yo me comí.
Es la piedra de moler
que en aquellos tiempos
fuera principal herramienta
de toda bella dama,
ama de su cocina.