Que callen las voces del eco del infierno
que hundan las almas penosas de incendio
que agoten miradas que hablan de entierros
que gire la aguja del reloj sin esperar un derrumbe
tan hiriente y arrogante
desastroso y atorrante.
que castigo es el hombre que daña el universo;
que amargura la incertidumbre de su pensar.
las miradas se apagan como la Torre Eiffel ese día del terror.
y los gritos inocentes se acercan a la cima de una paz interior
.. Los niños de Siria con sus lágrimas secas de tanto polvo
viven sin vida, ahogan sin agua, caminan sin fuerzas y lloran con el alma.
Sin poder escapar, sin lograrse escuchar.
Atormentados por el hecho y abarcando este dolor
hoy mirando a lo lejos me pertenece su aflicción.
Somos iguales, somos seres, somos Universo.