Esta mujer que ahora ves, amigo mío,
es un arrebol en el rostro del cielo que vigila,
una alucinación de las nubes que la sueñan
vestida de amanecer sobre la hierba,
una serenata de los astros en la ventana
del universo a una de sus diosas.
En ella se dieron cita el trigal y la rosa
para tejer sus cabellos y su piel.
Cuando ella aparece en el jardín,
los tulipanes se ponen de pie,
el agua de la fuente se detiene
y me quedo sin palabras
para darle vida a su retrato.
Este poema forma parte del poemario
Alquimia del Amor
de Efraín Gutiérrez Zambrano.