El tipo de la barba

Farsante.

Eres tan obvia cuando me rechazas,
luego voy de nuevo y cualquier resquicio
de aceptación se vuelve de la nada una
farsa, y tu la farsante, cada vez y conforme
pasa el tiempo más obvia.

Ella era tan inocente como un niño, y ella
tan salvaje como nadie, pero tu... ni como
una ni como la otra, ni en algún punto
intermedio. Tú simplemente no has sido, y
no has querido ser, desde un principio.

Yo siempre había querido que fueras, y aún
eso quisiera, no lo niego. Pero más ahora
me doy cuenta de que no estoy de acuerdo con
seguir consintiendo a la farsante, esa farsante
que siempre he amado y no se cuanto más ame.