¡QUEJAS Y MÁS QUEJAS!
¡Quejarse solo quejarse
es el pecado nacional,
que como algo natural
algunos suelen tomarse!
Pues aquí es lo normal
de problemas no ocuparse,
después de un tiempo pasarse
sin ni pararse a pensar,
que cuando las cosas van mal
de nada vale desesperarse.
Ahora nos quejamos todos
sin importar condición,
aunque nuestra situación
se arregle de todos modos;
y a pesar que queden lodos
disfrazados de opinión,
veo demasiada crispación
en quienes hablan por los codos,
embaucando a casi todos
quienes iguales que ellos son.
Joanmoypra