Bajo los sólidos muros
del castillo de Petrer
se oye un murmullo
que no logro entender.
Parecen cascos de caballos
gritos de soldados
choques de espadas y cimitarras
todo un murmullo de denuncia
y de quejido en sus murallas.
Nos recuerdan encuentros y batallas
donde nobles cristianos se enfrentaban
a valientes seguidores de la media luna
que cruzaron la mar que nos separaba
invadiéndonos y sembrando su cultura.
Una lucha de religiones embrutecida
donde el que perdía, si salvaba la vida,
era esclavo de su dignidad perdida.
Ahora lejos de los muros del castillo
son las malas noticias
el murmullo continúo
que intranquiliza nuestras vidas.
En Siria, en Irak estallan bombas sin parar
otra vez la religión divide a la humanidad
Sirios. Iraquíes y subsaharianos huyen de su país natal.
cruzan otra vez la mar,
dejando su familia y sus raíces atrás,
muchos…pierden la vida al naufragar.
Los más afortunados al desembarcar
miran al cielo dando gracias a Alá
pero les queda mucho por peregrinar.
Lampedusa, Ceuta, o Turquía da igual
todo serán trabas en su largo caminar.
Europa teme esta invasión... sin poder luchar
porque son refugiados que solo desean vivir en paz.
Elda 13 noviembre de 2015
Jesús Gandía Núñez
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