Te pones incómodo, humedeces los labios, ladeas la mirada y de repente tu frente se arruga,
de inmediato se lo que sucede, lo normal, una culpa cada fin de semana,
reproches sin fin, gritos, silencios, palabras sin sentido, tristeza; amor
y luego me pregunto si así es el amor?; un beso, un abrazo, un reclamo, un grito y luego... otro beso.
Me duelen las muñecas, ese dolor semi intenso que no sabes de donde viene
me duele la cabeza, me pesan las cejas, mi boca se arquea hacia abajo pero sobretodo me duele el pecho.
Si supieras, sòlo si supieras cuanto te amo, cuanto te espero, cuanto deseo tenerte cerca;
si supieras que mis disculpas por culpas que no son solo mías son sinceras,
que los gritos, los reclamos, las tiradas de telefono, las malas caras y los reproches
no me importan solo si te quedas, si me besas, si tan solo me miras.
Una culpa aquí a mi lado mientras te escucho me dice que no te deje
otra culpa allá a tu lado te dice, no es tan importante.
Una culpa aquí en mi almohada, otra en la sala, en la cocina
porque no nos dejan en paz, porque no nos dejan amarnos?
Y entonces, me dices adios, así como si nada, las manos me tiemblan pero se que es el final;
y si nos toca repartirnos ya que mas da, tu quédate con la razòn que yo me quedo con las culpas.