Hoy mis versos los concentro en los montes de María,
De hermosura transparente como un cristal que nos muestra,
Una importante silueta de majestuosa belleza.
II
Hasta los indios zenúes que allá en la sierra vivieron,
Que con ímpetu y esmero recorrieron la región
Quien con mirada altanera, o su indómita fiereza,
Alelados se quedaron con la poética belleza.
III
Creo que el colonizador también quedo impresionado
Al ver la sierra de One hoy los montes de María
Su belleza y hermosura embrujo a los españoles
Que viéndolos se sentían un niño imberbe y pasivo
IV
Creo que los montes marianos tienen la influencia de un mago
Pues en ellos se han inspirado escritores y poetas
Los pintores han plasmado con su pincel las bellezas
Que da la naturaleza que el mismo creador le ha dado
V
Por sus lares han pasado millones de aventureros
Que de lejos han venido como buscando el Dorado
Pues con humildad confieso aquí sí que esta el Dorado
Es la tierra que al labriego le da su mayor riqueza.
VI
Aunque muchos hoy me digan que escribir de ti es capricho
Que soy un regionalista, un corroncho o un bufón
No importa soy todo eso
Yo soy un montemariano lo grito a todo pulmón.