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Desnuda aquí, entre el sol y un árbol,
desafías a mi piel en peligros,
a sentir lo que eran los silencios,
y la vida sin luz, sólo con un roce de viento,
y es lo que yo más presiento,
un leve roce de un aire sin tus manos,
y en fructuoso porvenir me quedé en vano,
como si fuera un mal deseo lo que deseas,
como si me amaras lo que me das,
y estoy debajo del árbol sin sol,
de ese que sólo existe bajo mis ojos,
y sin más enojos quedo yo, y, mis labios,
sedientos de tanto amarte sin sol,
desde que las caricias desnudaron a mi piel,
y me fui por el ocaso de una tarde,
cuando llegó la noche y más sin sol,
desnudé mis pensamientos oscuros,
y perduró en el tiempo una noche tan dura…..
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