Esas ninfas traviesas e inquietas
que pronuncian cariñosas
lo mucho que me aman
hacen henchir de gozo el alma.
Cuando recargan en mi regazo sus sueños
siento la esencia de sus cuerpos pequeños
penetrar a mi alma de poeta
¡Bendecida me siento!
Difícilmente pronuncian las palabras
--¿Abuelita a que huelo es vainilla o chocolate?--
Preguntan insistentes
veo sus miradas pícaras y sus lenguas
relamer sus carnosos labios paladeando ansiosas.
Y entre risillas se escapan con golosina en mano
desaparecen como el viento
que se aleja dejando una estela de gozo,
satisfecha bendigo a la vida, bendigo a Dios
por este trío de comilonas.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata