Siempre es esta fuerza constante
que nunca cesa y se pone en juego
la que nos construye y nos encuentra
en medio de un torbellino de sensaciones
ante lo nuevo, lo inesperado
y entre la sed de ideales,
en el respeto de la libertad de elección,
los interrogantes ante las verdades universales,
la fortaleza de la palabra ante la igualdad,
en el proceso de búsqueda y los cambios profundos,
de la validez del tiempo de amarse
De amarse despuntando los fantasmas
con el deseo y con el goce
Escribiéndonos en piel de seda,
amándonos con el alma desnuda,
re creando la palabra
Descubriéndonos
Deletreándonos, sin tiempos
en los pliegues de la memoria al hallarnos
habitándonos en el perdón divino
ante el reto diario
de re inventarnos a nosotros mismos
Declarándonos el amor
frente a frente
Abriéndonos a la vida
por toda la eternidad bendecidos
en la magia del beso
y en la ausencia del hueco
de los ojos enamorados
cuando no pueden ver e iluminan las tinieblas
Siempre... Siempre.... Siempre
Siempre es esta fuerza infinita
más allá del espacio vacío y del dolor
Cada vez que siento el frío estremecedor
de que te separas de mí
y en la noche ciega, siento ser, solo en ti
Siento ser este amor
que no muere, sin fin
Siento y soy este corazón descalzo
retornando a la inociencia
en el silencio de la mente,
la esencia que late y en su espíritu
la voz maravillosa que proclama al universo
Yo, por siempre... ¡Yo, por siempre te amaré!
Mané Castro Videla