Andando los caminos de tus pasos,
cogiendo los frutales que sembraste
por campos de experiencia que dejaste
arados con la sangre de tus manos.
Consejos y reparos me adiestraron
a tiempos posteriores inflamables
que pronto se avinieron a mostrarme
los frutos de crecer junto a tu lado.
Honrado y decoroso en tu vivir
aceptando revés y sufrimientos
en constante enseñanza para mí.
Continúo adiestrado por tu ejemplo
ya qué tú, sigues siendo por aquí
un orgullo a seguir, como modelo.
Cecilio Navarro 24/11/2015