Una melancolía remueve la aurora,
Con un paso aún distante el ocaso,
La muerte es vital para vivir la hora,
La vida es saludo, despedida, abrazo.
La experiencia es: noble profesora,
Valiosa, por dar un beso más raso,
Que se vuelve dulce si es por ahora,
Al cruzar la línea para dar un paso.
¡Oh! Hay que saber adornar el pecho,
Hay que agradecer un único alcance,
No quedarse quieto sollozando impune.
Nadie es tan víctima, nadie es inmune,
El tiempo no debe ser nuestro percance,
Para ser fogata húmeda, en el lecho.