¿Es el amor el color de la sangre,
cual escarlata tal trono
que espera una alianza?
¿Es su espada la estaca allanada
que suelta en el corte su borde
al escuchar el grito: ¡adelante!?
Da un asco esos goces
que hasta encuentro jadeante
esperar a que pase,
como el soberbio al estante.
Ha de cerner mi alma alardeante
al pasar de estos males,
que no entiende como quemante
las mujeres los amen.
-Jesus Alberto Vazquez