Ni tan inspirado ni tan desolado para escribir
Vagando en el amplio medio
Con el ruido de la normalidad
Donde el gris es indiferente al color
El sol se estremece ante el débil mundo
Tan pequeño y solitario
Entre estrellas que decoran su delirio
Allá gira sin motivo hacia el principio
Para después reanudar su marcha sin final
No le falta estilo a su andar
Abajo el cielo quieto desespera al tiempo
Que no parece avanzar
Estancado en el corazón sin cura
Que late con valor
Y a veces por costumbre
Con el sabor de la amargura
Ya no hay puerto en las noches infinitas
El destino es siempre.