John morales

Todo a de acabar... (cuartetos alejandrinos)

 

Y todo ha de acabar como debió ser, todo:

mi cantar otoñal, mi aurora, mis puñales;

todo irá a descansar como muertos rosales

que cálcan sus pistilos en un lúgrube lodo.

 

Ha de acabarse todo, con acabarse nada;

el manchado humeral de mi helado ofertorio,

el ataúd invicto que reirá en mi velorio

cuando el vil estirón deje mi ánima helada.

 

Al fin; todo se acaba, como ahogada esquila,

que se muere entre sus cuatro doblados vientos,

ya se acabó el lugar donde lloran a cientos

mis huesos, se acabó la mar en mi pupila.