Vito_Angeli

Dos espĂ­ritus de la mano

Los besos eran flores que volaban por el cielo,

las manos eran hormigas inquietas por la piel,

los brazos eran mares que retrataban mil vuelos.

La unión que se aunaba, una explosión de miel.

 

Pasaron los segundos, minutos, horas, hasta días

pero ningún soldado del tiempo pudo vencerlos;

quien hubiera imaginado tal semejante osadía

de navegar sin velas por todo el mundo entero.

 

Un alma era feliz pero solitaria en su búsqueda,

la otra era triste pero acompañada en el trayecto,

dos criaturas de la divinidad haciendo su prueba

la de alcanzar hasta volar sus espíritus el sueño.