Y nos quedamos solos,
Destrozando las ansias de tenernos,
Matando el misterio de nuestros cuerpos
En el desdén vacío del crepúsculo,
Y callamos al vernos,
Con intolerante orgullo,
Fallecimos de dos ganas
Enormes de tenernos,
Y nos quedamos solos,
Masticando nuestro dolor,
Hablando sin decir nada,
Con palabras huecas
Salidas del más hondo remordimiento,
Y nos quedamos solos,
Asfixiando los corazones
Hasta que llegue la muerte.