Ardiente deseo de antaño
Que a este trovador consume
Sospecho que usted asume,
No cumplirlo me hace daño.
Es aquel acto en el cual
Se encarnan mil sentimientos;
Que hace eterno los momentos
Con deleites sin igual.
No hay alma que no lo quiera,
No hay cuerpo que lo aborrezca;
Y por nimio que parezca
Por el hay quien hasta muera.
Puesto que casi concluyo
Lo dire en palabras llanas:
¡Mujer me muero de ganas
Por besar los labios tuyos!