La alarma jamás sonó
No le des más vuelta al reloj
Piénsalo, pues ya no es temprano
Y antes de levantarte dame tu sonrisa
Esa que mata todos los malos tiempos
Sin tener que inhalar el humo
De todos tus inciensos.
Dejame ser tu imán
Un jarabe o una píldora que sane
Que mate de una vez todos
Los viejos malos tiempos
Y se tu un clavo en mi arena
Ensangrentando todos mis pasos
Manchando de rojo mis huellas.
Ya sabes que nunca gritaré
Aunque me duela y me duela
Pues sufro una lucha interna
Se me oscurece el día
Y la noche se hace eterna
Cuando dejo mis manos frías
Reposando entre tus piernas.