Vivir con la ilusión
de que me ames.
Como yo te amo a ti.
Mi vida es un hermoso
sueño de vivir...
sabiendo que pudieses
llegar a amarme.
Este sentir de amor
que siento, como si fuese
un adolescente de veinte años.
El amor... no tiene edad.
¿Por qué conscientemente
los hombres nos enamoramos
de la mujer que está comprometida?
¿Por qué el corazón siente
deseos de amar, sabiendo
que ese amor ha de ser imposible?
Soy un hombre que ama y siente.
Soy un soñador en la vida.
En la mía en este momento,
siento una profunda soledad.
Ella es la compañera de mi existencia.
Llueve en este momento,
y estoy escuchando
una bella melodía de amor.
Soy un romántico que sueña...
también en lo imposible.
Mi vida está compuesta
de sueños que se realizan,
como de los que no.
¡Sueño... hasta en lo imposible!
Es una forma de sentir
una compañía a mi alma
acongojada y tremendamente solitaria.
Te sueño dormido,
te imagino junto a mí, despierto.
No puedo borrar de mis ojos
la presencia de tu rostro.
Un rostro... inexistente.
Ausente en mi propia realidad.
Vivo con la ilusión
de que este imaginario,
existe...
Sí, es auténtico, es real.
Pero no me pertenece...
Ni tu rostro, ni tu cuerpo.
Sueño con ellos...
Los hago míos, sin ser...
Vivo soñando siempre, eternamente.
Es una manera de ser feliz,
ante la autenticidad
de mi eterna soledad...
Esta soledad, que me produce
angustia, y al mismo tiempo,
la ilusión de que pudiese
llegase a ser una realidad.
Tengo sueños de maravillosas
situaciones, acontecimientos...
que solamente sueños son.
Soy... un ser que ama,
una prioridad en mi vida.
Aunque en realidad,
es una más.
Nada nos cuesta soñar.
Una vez más, cierro mis ojos,
haciéndome la ilusión
que mis brazos sostienen
tu cuerpo, camino con él,
feliz, dichoso, hacia el lecho del amor...
Mi cama, la que sueño que es
la tuya también, no siendo así.
Sueño, con esta ilusión,
sabiendo que nunca ha de existir,
porque es tal, un sueño...
Llegamos a la cama.
Estamos en ella, tú y yo,
ambos, completamente desnudos.
Acaricio tu piel, la beso,
te succiono toda,
y tú a mí...
Siento en mi corazón
y en todo mi ser,
un escalofrío candente...
Un goce único y perfecto,
inolvidable...
Vivir con ilusión
de que en realidad,
existes en mi vida...
siendo un sueño de enamorado...
¡Maravilloso sería morir así,
amándote... aunque sólo
sea un sueño...!
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 24/11/2015)