Tengo una amiga diciendo
que el infierno está acá
la miro y me voy riendo
por su excesiva verdad.
Miro sus ojos de fuego
escucho su sonoro lamento
su estandarte es el ego
de este profundo momento.
Pago las cuentas llevadas
sobre una bandeja de plata
piensa que está casada
con un hombre de hojalata.
Que no sabe sentir pena
por todo lo que le rodea
dice que la cosa es buena
machucándolo como desea.
Que infierno ni ocho cuartos
que de pasares tenemos
como serán nuestros partos
si de plata hablaremos.