Carpintero de vientos

Madrugada

 

No hace falta que la madrugada
no se ate a mi costado,
ni tus labios invisibles
y prolongados,
no hace falta que solo
queden medias palabras…
ni mis caricias,
en letargo,
solo quedan los deseos
en rompecabezas,
apenas quedan estas sombras
de humo calcinado….

Cae la madrugada…
en hemisferios azules,
a contraluz de tus labios,
a destierros vivientes,
a tu intimidad interminable
que se acuña en mi mano,
es La claridad que se adueña
de tu cansancio,
…es tu desnuda preñez,

que atraviesa tu cuerpo
cuando te estoy soñando.


Y amaneció….
la madrugada derritió
su incendio en olas
interminables sobre tu piel dulce
y urgente,
nos derrumbamos
a los cuatro ámbitos
de mis manos,
prorrogamos nuestros nombres
en esa voz sin sitio,
hasta entonces sabemos
que la luz en libertad
nos espera,
nos acecha,
y despertamos ….
en la madrugada
que dulcemente
tiembla y nace despierta.