Lo he besado, con la miel de un dulce poema
En su frente, en su nariz, en sus labios
No sospecha, cuantas veces le he dado vida
He hecho míos sus ojos bellos color café claro
Lo he acariciado escribiendo mis versos
Con el alma, con la piel he frotado mi aroma en ellos
Esos versos inmortales, ni bellos ni feos solo reales
Y pienso leerle uno a uno lo que está hecho para el
Lo paseare por los campos en los que reí mucho de niña
Y debajo del álamo grande donde el sol se transparenta
Contaremos los minutos para ver como el sol se aleja
Y le da la bienvenida a la luna con un beso de fruta madura
Y en un balcón improvisado le mostraré mi guarida
En donde he soñado me acompañe sonriente
Un café delicado como beso pondré en sus manos de nieve
Y será el pretexto perfecto para acariciarlo
Y lo invitaré a que rociemos de besos los campos
Y haremos collares con azafranes sonrientes
Amarillos y naranjas como la luz del sol
Y besaré sus lágrimas y se sellaran las compuertas del dolor
Y bendeciré su nombre y el nombre de su madre
Que dentro de su vientre bendito lo creo
Y besaré sus ansias, su piel ungiré de mi perfume
Para que nunca se pierda, pare que nunca me olvide
De sol y Luna
24-11-2015 11:23 am