Fui el sonido callado de una eternidad en tu lecho…
postrado en el fúnebre recuerdo…
de tus risas… de tus lágrimas…
de los tibios y húmedos labios
que recorrían mi existir gélido…
y sin embargo… no importaban las distancias
entre un ser nocturno vagando hacia el encuentro…
de un vampiro que dormía…
en la más preciada y bella de las vigilias…
en sus sueños.