Amables paseantes poseídos
del camino mórfico
hacía el andaluz de serenidad
Vengo con suplicas azules
y lágrimas de Perséfone
recién entregada
para ser el mendigo tragaluz
de sus monedas
vendedor a hora picó
de mis sueños hediondos
nube sin fabrica
Poseídos por ballena metálica
caminantes poseídos por realezas inexistentes
y desprecios demostraciones
Miren a otro lado
pues he aquí su mendigo pidiendo caridad
para el alma.